Conversando con un Converse

Para muchos jóvenes, los tenis de la marca Converse son indispensables para expresar su “rebeldía”. Muchos chamacos se sienten satisfechos y completos usando un par de estos, pero… ¿Qué es lo que siente un Converse con respecto a esto? Escuchemos:




Es difícil ser un Converse, ¿sabes?

Yo siempre me vi a mi mismo como un simple zapato tenis. Pero para mi dueño soy más que eso. Soy elemento fundamental en su atuendo. Le ayudo a ser alguien. A pertenecer. Combino con su playera de rayas. Con su cabello cuidadosamente despeinado. Con sus gustos musicales.

¿Sabes? Yo no pedí ser un Converse. Es mucho peso el que hay que cargar (y no me refiero a la gordura de mi dueño). Tan importante soy para la creación de una careta. Una mascara que reforzara su seguridad y autoestima.

Peor tantito, mientras más roto esté, mejor. Simbolizo más “rebeldía”. Hago más “cool” a mi dueño. No importa mi dolor. Lo que importa es ser parte de la personalidad “única” del que me use. Claro, tan única como la de todo su grupito de amigos igual de originales.

Pobres personitas. ¿Sabrán que se explota a muchos niños en países como Vietnam para mi elaboración? ¿Sabrán las condiciones ínfimas en las que estos pequeños trabajan? ¿Les importara? Supongo que no. Eso es algo que yo debo cargar en mi conciencia.

Como dije, es difícil ser un Converse.

Mini Actualización: A petición popular:

¿Qué le dijo un Converse a un Vans?

Converse: Es muy dificl ser yo, caramba.

Vans: Chale, eres un emo...

Converse: Mira quien lo dice...