jueves, diciembre 25, 2008

Sociosirviendo

Hola, ¿les va bien en sus vacaciones? Eso espero. ¿Se pusieron muy briagos anoche? Pillines. ¿Qué cómo me la estoy pasando en mis vacaciones? Muy bien, no tengo.

Así es, los aparatos que registran mi hora de llegada al servicio social son inflexibles y burocráticos y, sin importar las fechas, tengo que cubrir mis horas. Nomás me dieron libres los días 25 de diciembre y 1 de enero. Y si, hoy es 25, así que aproveché para dormir hasta tarde y ver películas. Me chuté Sin City (que ya había visto, rifa), y la de Shrek 3 (que sólo regalada me animé a ver, no rifa). Comí mucho ayer y hoy desayuné cuatro tamales (a las cuatro de la tarde). Y mañana, otra vez en chinga. Ni pedo.

Como sea, seguro se preguntan en qué consiste mi servicio social. Básicamente, me dedico a traducir noticias y textos oficiales acerca del Caribe anglófono ( “¿Caribe qué?”). Por cuatro horas diarias, me la paso en frente de una computadora con acceso a internet, pero con un montón de cosas bloqueadas, incluyendo chingaderas como el hi5, el you tube, el Messenger y la c box de este blog. No importa en realidad, porque lo que hago es chido e interesante (¿qué? Para mi sí lo es).

El problema con esto es que durante las cuatro horas casi no me levanto del asiento. Y creo que estoy desarrollando un problema de vista cansada (o yo qué sé, no soy oculista), por lo que siempre termino con los ojos rojos (el ojo rojo, no dejen de visitarlo).

Ustedes pensarán “pobre sujeto, lo tratan como esclavo, eso es inhumano”, pero la verdad es que no. Mi jefa y su ayudanta son muy alivianadas (nunca uso esa palabra, “alivianado”, me suena a algo que diría Yordi Rosado, pero ni modo, ya lo escribí y así se queda), y todo el tiempo me recomiendan que me vaya a dar una vuelta o coma algo. Incluso tienen la impresión de que soy demasiado serio y estudioso, ya que cuando estoy trabajando en algo, casi no hablo con nadie ni me despego de mi ocupación. Supongo que están acostumbradas a que sus prestadores se la pasan echando desmadre, o yo que sé.

Para mí no es extraño. Si tengo traducciones o textos por hacer, no veo la razón de parame a cada rato o de ponerme a platicar sin más. Nomás no puedo. Claro, de pronto si me dan ganas de comer, tomar aire, dormir en la alfombra, etc. Es más, estoy seguro que interrumpir mis obligaciones no me hará daño, sino todo lo contrario. Pero no puedo, a lo mejor es una compulsión rara, una enfermedad mental o el hecho de que parecer un ñoño zombi me hace ver guapo. No se cual sea la razón, pero bah. No creo que me vaya a morir…

Momento, ¿qué es esa luz? Es muy bella, ireeeeeeee tras ellaaaaaaaaa…

Ouch, era el foco.

En fin, tal vez ahora entiendan por qué nunca posteo sobre mi servicio social. Imagínense, serían muchos posts sobre cómo me dolió la cabeza, o como el Caribe anglófono (¿Caribe qué?) tiene una gran importancia geopolítica para varias naciones del mundo, o de la vez que, por tanto ver letras negras en un fondo blanco comencé a ver figuras de sombra bien locas. No rifa, ¿o si?


Y ME GUSTA COMER SOPAS MARUCHAN

jueves, diciembre 18, 2008

Una carta del pasado

En la mañana abrí mi correo electrónico y me encontré con esto:

The following is an e-mail from the past, composed on Tuesday, December 18, 2007, and sent via FutureMe.org
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Querído cara de nalga:

¿Qué pedo? ¿Cómo me has tratado? Dejaste en paz mis lonjas, ¿cierto? Eso espero.

Ya acabaste la escuela, ¿verdad? No quiero tus mamadas de "es que me quedé otro año, pinche maestro, blablabla", ¿Entiendes?

En fin, yo estoy perdiendo el tiempo en internet, posteando bien ñoño en un blog. Seguro tú recibirás este mail y de inmediato lo postearás. Pinche ñoño.

Y seguro tienes gripa, igual que yo. Pinche wey, qué defensas tan chafas tienes, me cae.

¿Ya hiciste algo con esos barros que tienes en la jeta? Más te vale, no mames, se ven bien culeros.

Y ya, bájale a las pinches grocerías, pinche iletrado.

Cóme caca.

Atte. El tú del pasado.

Jo. Pues si dejé en paz mis lonjas, si acabé la escuela, si estoy posteando el mail, si tengo gripa, y mis barros siguen ahí. Supongo que, en general, el yo del pasado puede estar tranquilo.

(Si quieren mandarse un mail hacia el futuro, vayan a este sitio: futureme.org)


y soy fan de cepillin

martes, diciembre 16, 2008

Ya está

Para que las hordas de fans ya no reclamen (coffpaxtoncoff), aquí está…


Y por otro lado, he aquí la razón por la que casi no les hablo de mi servicio social: Soy un ñoño aburrido. Pronto, más detalles (ñoños y aburridos).


EN MI OTRA VIDA FUI MARILIN MONROE

sábado, diciembre 13, 2008

OJO ROJO

Reseña de la película APALOOSA (Clik aquí).

Y si quiere ver la opinión de Paco (la cual esta vez no comparto) sobre la película REVOLVER, de clik ACÁ.

Y el lunes, mi lista de las mejores películas del 2008.

El chiste es comentar y discutir chido. ¿Qué espera? ¡Vaya!


Y MIENTEME LA MADRE

jueves, diciembre 11, 2008

No puedo respirar

Me enfermé. Y parece que a mi nariz le fue aplicado el hechizo de los mocos infinitos (un hechizo con veinte centurias de antigüedad), y en mis libros de magia negra no hay ninguna solución al respecto.

He hecho de todo para derrotar a la enfermedad. Intenté golpeándola, intenté gritándole. Nada funciona. Ya me tomé unas pastillas y ahora estoy mareado. Veo una película en el cinco y parece que Lucy Lu está guapa, pero no me crean mucho, quizás son las drogas.

Curiosamente, me pareció una buena idea postear al respecto, pero… ah… aahh… achuuuuuuuuuuuuu… demonios, el monitor está lleno de mocos. Y baba. Y pequeños restos de cátsup, aunque esos ya los tenía.

En fin, parece que el duende de los mocos infinitos ganó una batalla, pero no la guerra, ¡No señor! Me quitaré la nariz. A ver si así el duende puede aplicar su hechizo ahora, muajajajaja!

Nota: las incoherencias no son por la medicina, hasta parece que no me conocen.

sábado, diciembre 06, 2008

Vuelven los conejos





Se van los conejos. Ah, qué pinches los conejos.


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Puto televisa y su teletón. Qué falta para que digan “done ahora, la gente con discapacidad nos necesita… ahora, nuestro siguiente segmento: ¡Burlémonos de Samy! ¡Miren como tartamudea!”

miércoles, diciembre 03, 2008

Me acomodé tremendo chingadazo al subirme a la combi

Azoté en la pinche lamparita cuando me subí a la combi. Me cagan estas situaciones, ya que la combi va llena, y es obvio que todo el mundo notó que te golpeaste en la cabeza, y no falta el que se ríe a tus espaldas, y tú pretendes que nada ocurrió, aunque sabes que sí, y sabes que todo el mundo se dio cuenta, pero algo en ti dice “no les demuestres que te dolió, no les des esa satisfacción”, pero la verdad es que no importa, todos los demás ya lo superaron, pero tú no, el chingadazo estuvo duro, la boca te sabe a sangre, tienes una sensación de apendejamiento que no puedes ignorar, entonces ya te vale gorro y te agarras la cabeza, sólo para descubrir que nadie lo olvidó, y escuchas a la señora que dice “tssssss, si se pegó gacho” y escuchas al chamaco que se está cagando de la risa, y escuchas cómo su mamá lo regaña. Y vale madres.

En fin, lo bueno es que a todo el mundo nos ha pasado...














Ok, a nadie le pasa, pero pensé que este tipo de narración los haría involucrarse con mi sentir y los distraería lo suficiente para no notar lo banal de esta anécdota. Puras fallas conmigo, la neta.