Regresó el cine, pero… ¿a qué precio?

Ayer por fin abrieron los cines y pude ver la película de la hija de David Lynch (acá nos gusta llamarla Lynchette). Pero no todo ha vuelto a la normalidad. ¡No! La influenza sigue pesando en nuestras vidas y lo que están haciendo en los complejos cinematográficos es una muestra de ello.

Para empezar, antes de pasar a la taquilla y comprar tus boletos, unas personas te dan una hoja para que respondas preguntas muy importantes como “¿Tienes mocos, fiebre, te estas muriendo, sientes repulsión por la salud?” a la que hay que contestar que sí o que no. Yo no vi que la leyeran, así que cualquiera pude mentir y ellos ni en cuenta. Eso si, después te pasan una maquinita por el cuello para medir tu temperatura, y si estás a toda madre ya puedes pasar a vaciar tu dinero.

En la taquilla, el empleado usa tapabocas y te sugiere sentarte a dos asientos de distancia de otras personas. Y en todos lados hay empleados con gel limpiamanos dispuestos a vaciarlo cuantas veces puedan. Uno se espantaría con todo esto, pero la verdad es que ningún empleado se siente realmente preocupado. Los obligan a hacer esto y ya.

Por cierto, mientras llenaba la encuestita había cámaras filmándome a mí y a la Neko. A mí las cámaras siempre me sacan de onda y estuve a punto de pintarles dedo, pero mi felina acompañante me dijo que no exagerara.

Entramos a la sala y estaba vacía, pero poco a poco empezó a llegar más gente, aunque no mucha. Todos se sentaron separados, excepto una parejita que llegó tardísimo y haciendo ruido. Los malditos se sentaron a un lugar de distancia de nosotros, contestaban su celular, tragaban nachos y (lo más chistoso) estaban bien griposos. Ni modo, faltó que indicaran: prohibido entrar si eres un idiota.

Cuando llegué a mi casa, la neko me habló por teléfono para avisarme que acabábamos de hacer nuestro debur en televisión. Salimos en las noticias de canal once, en su nota de la reapertura de cines… maldita sea, hubiera pintado dedo para que no me sacaran.

Lo siguiente tiene que leerse con tono de héroe de acción gritando el nombre del villano antes de comenzar su venganza:

SARIÑANAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!